Toda la familia se encontraba feliz en el auto de paseo porque se iban de vacaciones hacia el Lago Rosado, en este lugar se podían hacer toda clase de actividades familiares que siempre querían disfrutar todos juntos. Las actividades que más les gustaban eran la de nadar en las aguas que son muy cálidas,

Se ponía la tarde y Daniel jugaba con su hermano menor en la parte de atrás del auto mientras su madre cantaba en el asiento delantero y su padre manejaba a su lado. Al tiempo escucha Daniel que su padre grita y dice que lo atropelló, pero no puede entender nada de lo que ocurrió en ese momento, por eso preguntó a su padre, quien le contentó que nada había ocurrido y continuó la marcha. La madre de los niños los incitó a cantar y divertirse en el viaje, pero ellos estaban atentos mirando por la ventanilla de atrás hasta que vieron el cuerpo de un conejo en la autopista.
Los dos chicos se pusieron super tristes a pedirle al padre que frene para recoger al conejo, pero la madre insistió en que solamente era un animal. Sin embargo, no hubo forma de convencerlos y tuvieron que regresar por el conejito que aún tenía vida y podía llevarse a la veterinaria cuanto antes. Más adelante se encontraron con unos policías que detenían el paso de los vehículos, mientras estaban recogiendo al conejo se había caído una roca enorme sobre la autopista sin aplastar a nadie por suerte.
Toda la familia ayudó a los policías para poder retirar la roca y que los autos puedan seguir sus rumbos sin impedimentos, pero la familia por ir al veterinario se perdería su viaje. De todos modos así sucedió y el veterinario curó al conejo que fue su mascota hasta que su patita se sanó, entonces en ese momento los niños decidieron que vuelva el animal al bosque junto a la autopista que es donde sería libre como debe ser. Los niños se pusieron tristes por la partida del nuevo integrante de la familia, pero era lo mejor que ellos podían hacer porque ya estaba curado su nuevo amigo y siempre es mejor que esté libre antes que encerrado.