En lo más profundo del bosque los animales se extrañaron cuando sin razón vieron pasar a un millón de moscas sobre sus cabezas, generalmente estos insectos están revoloteándolos a todos por igual, pero nunca se reúnen para ir a un mismo objetivo y hasta pensaron que tal vez estarían molestando todas juntas a un mismo animal.
Una mosca voló por esa área del bosque como lo hacía todos los días y no se pudo explicar por qué, pero un montón de miel se encontraba derramada, horas antes se había caído un panal de miel que se encontraba en el árbol junto al lugar donde ahora yacía toda la miel derramada y sin nadie que se la coma o la cuide. La mosca no tardó en alertar a todas sus amigas que rápidamente pasaron el mensaje a las demás y con el tiempo ya eran como un millón las que volaban desesperadas para comer esa miel que para ellas venía a ser como un tesoro encontrado que todas se querían quedar y cuanto más puedan comer, mejor.
Las moscas llegaron rápidamente al destino en donde se encontraba radiante y bien dorado el tesoro, se tiraron de cabeza sobre la miel para empezarla a comer muy rápido y llevarse la que puedan, pero no se dieron cuenta que sus patitas les quedaron dentro del viscoso y pegajoso brebaje. Pasaron los segundos y estas moscas comenzaron a hundirse como si estuvieran en arenas movedizas, sus patitas estaban totalmente pegadas en la miel y ya no podían salir de ella. Las moscas aprendieron la lección, ya que no se debieron tirar encima de la miel para poder comerla rápido antes que nadie, tendrían que haberse quedado lejos y de a poco ir tomando sus bocados.
Este cuento trae como moraleja que los humanos muchas veces nos terminamos hundiendo dentro de los vicios que tenemos sin importar cuales estos sean y no debemos dejar que los vicios dominen nuestro corazón. El modo para conseguir que esto no ocurra es tomar moderadas porciones como deberían haber hecho las moscas, o bien ser precavidos de que no involucrarnos en donde no sabemos que puede llegar a ocurrir, ya que una vez que sus patitas se encuentran pegadas a la miel como en el cuento, luego no se puede salir de modo sencillo de una situación o problema.