Los animalitos más buenos de la naturaleza son también los más divertidos, además son los que pueden tener más amigos en el bosque y entre todos, es Santilín el más bondadoso de los osos. Vive en el bosque con su familia y son todos muy felices,

La naturaleza, las plantas y todo lo que habita en ella es algo que le preocupa cuidar a Santilín, por eso se fija de que sus amigos no pisen las flores, o no lastimen ninguna planta con la pelota, o sus pies. Un día llegaron al bosque nuevos animalitos que ahora eran vecinos y el osito bondadoso los fue a recibir, enseguida invitó al puercoespín pequeño a que se sume en el juego que iban a empezar, ellos jugarían a la pelota.
Todos los amiguitos le dieron la bienvenida muy contentos, excepto la ardilla que llorando les dijo a todos que tengan cuidado con sus espinas porque son muy dolorosas. Avergonzado el puercoespín se fue para no ocasionar más problemas y todos se quedaron preocupados sin saber qué hacer, pero Santilín sí sabía. Fue el oso derecho para su casa y tomó de las cosas de su padre una gorra que le preguntó si se la prestaba, con ella salió en busca del puercoespín y se la puso sobre el lomo, de ese modo sus espinas ya no pinchaban a nadie. El animalito nuevo en el bosque le agradeció su ayuda, ya que de otra manera no se hubiera animado a volver con los demás.
Ahora que tenían un amigo nuevo y que ya no pinchaba, todos los animales del bosque se reunieron junto con el inteligente de Santilín para hacer una gran ronda en la que todos pudieron jugar y estaban tan contentos que se pusieron a cantar fuertemente por la amistad que durará para siempre, así como también por las buenas ideas que siempre tiene el osito y porque se ganó el cariño de todos los que habitan el bosque gracias a su bondad.