El Castillo desaparecido

Esta es la historia de un pequeño niño que vivía en un bello jardín. Su nombre era Rocío. Era un niño muy imaginativo y creativo, que le encantaba construir castillos de arena con muchos moldes y materiales.

El pequeño Rocío era conocido en el pueblo como  el gran creador de castillos de arena y todos adoraban su talento creativo y gran imaginación con sus obras de arena de colores.

Un día en la mañana, Rocío salió hacia el jardín a trabajar en sus castillos como todos los días. Su jardín era hermoso, lleno de castillos con colores en sus grandes paredes. Ahí estaba trabajando como siempre en su última creación, la cual estaba quedando grandiosa y sólo le faltaban pequeños detalles para terminar.

Al entrar al jardín, Rocío se encuentra con una terrible sorpresa ¡Dónde está!, ¿qué pasó con mi castillo? ¡Dónde está! Gritó el pequeñín al no ver su castillo por ningún lado del jardín.

El Castillo desaparecidoDesesperado y corriendo por todo el lugar, comenzó a exclamar ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Alguien se ha llevado mi hermoso castillo! Al estar corriendo por todo el jardín, Roció se encontró con su viejo amigo, el tío Simón, el piloto más famoso del pueblo. El tío Simón le preguntó: ¿Qué te pasa amigo que estas corriendo sin final?

¡Algo terrible mi capitán! Alguien se ha robado mi mágico castillo de colores. Ya no está donde lo dejé casi listo para brillar. ¡No puede ser! ¿Quién se lo ha podido llevar?

Por un momento el  tío se quedó en total silencio, pensando cómo ayudar  y luego dijo: A ver pequeño, creo que lo podemos encontrar pero no será una tarea fácil de lograr.

¿Qué tendría que hacer? ¡Dígame por favor mi capitán! Hago lo que sea por recuperar mi castillo de colores desaparecido. El tío Simón respondió: Primero que nada muchacho tendrás que ayudarme a reparar mi antiguo avión para así poder volar.

El pequeñín no lo pensó ni un momento y trabajaron por muchas horas para por fin lograr volar. Cuando comenzaron a volar, Rocío empezó a tener mucho miedo, porque la vieja aeronave no estaba funcionando muy bien, tenía muchos ruidos y no paraba de temblar. El capitán lleno de experiencia y sabiduría  le decía al niño Rocío: ¡No tengas miedo! Esto no fallará!.

El Castillo desaparecidoSe mantuvieron volando por horas por todo el pueblo sin parar, buscando el castillo desaparecido de Rocío pero nada que lo encontraban. No se veía por ningún lado el castillo del pequeñín.

Al rato, vieron muchas personas reunidas y el niño gritó ¡Tenemos que bajar capitán! Ya está anocheciendo y se nos termina el tiempo. Al aterrizar vieron a un niño pequeño dormir en su bello castillo de colores entre la gente.

En las paredes  del castillo había una nota que el niño había dejado antes de dormir que decía: ¡Gracias! ¡Muchas gracias! Yo estaba solo y triste buscando un lugar para descansar, y encontré este hermoso castillo de colores en donde pude un hogar encontrar. Todos estaban asombrados en el pueblo leyendo el mensaje del chiquitín. Rocío lloraba de felicidad por haber ayudado a otro niño a tener un nuevo hogar y verlo descansar tiernamente en su última gran creación, la cual le pensaba regalar.

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